En el entorno académico es imprescindible citar las fuentes consultadas para realizar un trabajo.
Pero, ¿por qué hay que citar?
Para más información se puede consultar la web de CI2.es (Qué es plagio y qué no. Plagio voluntario e involuntario), la entrada en el Blog de Lluis Codina Autoplagio o texto reciclado, y el sitio Plagiarism.org
Una cita es una llamada dentro del texto que indica brevemente al lector que la información que está leyendo ha sido tomada de una fuente externa. De esta forma se diferencia claramente lo que es aportación personal de lo que no lo es.
En la literatura científica la cita en el texto puede adoptar dos formas:
Autor-fecha: Se llama así porque la cita incluye información del apellido del autor o autores (en número variable según los formatos pero habitualmente no más de tres) y de la fecha de publicación del documento. Es la forma comunmente utilizada en las Ciencias Sociales y las Humanidades.
Según su redacción puede ser:
Es recomendable ir alternando a lo largo del texto ambas formas de cita si se utiliza esta opción.
Número: En el texto se incluyen números sucesivos que indican que en ese punto la información se ha tomado de una fuente externa. Esta es la forma de cita más utilizada en las Ciencias de la Salud e Ingeniería. Según los formatos el número aparecerá entre paréntesis o corchetes.
Cita al pie de página: En el texto también aparece un número correlativo que indica que la información se ha tomado de una fuente externa. Pero las citas se colocan al final de la página correspondiente. Esta forma de citar es propia de formatos como Chicago y totalmente desaconsejada en otros como APA. No confundir la cita al pie de página (información bibliográfica) con la nota al pie de página (cualquier información adicional sobre el texto).
Una cita textual reproduce literalmente (palabra por palabra) un texto tomado de una fuente externa.
El texto reproducido tiene que ir entrecomillado (por ejemplo en APA si son menos de 40 palabras), o en un párrafo adentrado con sangría (en APA si son más de 40 palabras).
Para que el lector pueda localizar fácilmente el texto entrecomillado muchos formatos añaden en la cita información sobre el número concreto de página, o del párrafo si el documento no está paginado. Ejemplo: (Gutiérrez Aragón, 2013, p. 36).
No se recomienda abusar de este tipo de citas textuales pues son muy fácilmente reconocibles por los sistemas de detección de plagio.
En algunas ocasiones se introduce en el trabajo información que no se ha leído directamente sino que se ha visto citada en otra obra que sí se ha consultado.
En el trabajo se ha de citar sólo aquello que se ha leído de primera mano añadiendo como parte de la redacción del texto la información de la fuente original (que no se ha consultado). Para diferenciar una fuente de otra, en la cita en el texto se utilizan expresiones como "citado por" , "como se cita en". En la lista final de referencias se incluye sólo la de la obra leída, no la de la obra original.
González Páramo (como se cita en Pérez García, 2020) estableció las bases para...
El trabajo de González Páramo no lo hemos leído sino que sólo tenemos noticia de él a través de lo que se dice en la obra de Pérez García, que sí hemos leído.
Lo ideal es citar en el trabajo solo aquello que se ha leído de primera mano y no citar por el mero hecho de haber visto la cita en otra obra. No hay que abusar del empleo de fuentes secundarias y se recomienda reservar este tipo de citas para obras de difícil localización o en idiomas poco accesibles.
Más información y ejemplos en el Blog de APA
Sea cual sea el método elegido para citar (autor-fecha o numérico) en ambos casos al final del trabajo es necesario incluir el listado completo y detallado de todos las documentos que se hayan referenciado a lo largo del texto. Así, cada cita (marca breve) se convierte en una referencia bibliográfica (información detallada) donde figuran todos los elementos que servirán al lector para identificar los trabajos citados en el caso de que quisiera localizarlos (autores, fecha, título del documento, título de la fuente, URL, DOI, etc.).
De esta forma, la cita en el texto (Gutiérrez Aragón, 2013) se convierte al final del texto en la siguiente referencia bibliográfica:
Gutiérrez Aragón, O. (2013). Fundamentos de administración de empresas. Madrid: Pirámide.
La ordenación del listado final depende de las especificaciones del formato bibliográfico utilizado. Habitualmente, en los formatos de autor-fecha la lista final de referencias se ordena alfabéticamente por el apellido del primer autor (o la primera palabra del título si no hay autor). Pero en los formatos numéricos el orden de la lista reproduce la secuencia numérica.
Un formato bibliográfico es un estándar, una norma, es decir, un conjunto de especificaciones que indican cómo se redactan las citas y las referencias bibliográficas incuidas en un documento científico. En estas normas se hace referencia a diversos aspectos como por ejemplo:
En estos momentos hay miles de formatos bibliográficos válidos y cada disciplina o revista se decanta por uno de ellos.
En la década de los 80 surgió el formato ISO 690 con el objetivo de convertirse en un estándar internacionalmente aceptado pero ha acabado siendo en un formato bibliográfico más.
Más información en la Guía temática sobre Gestores bibliográficos disponible en la web de la Biblioteca de la ULE